¿Serán suficientes las medidas del Paquete de Energía y Clima?

Dentro del Marco de Clima y Energía de la Comisión Europea, cada país miembro tenía que presentar sus respectivos Planes de Energía y Clima con las medidas necesarias para alcanzar los objetivos de reducción de emisiones europeos antes de 31 de diciembre de 2018.

En este contexto y aunque fuera del plazo oficial, el Gobierno presentó el pasado viernes el Plan Nacional de Energía y Clima en el Consejo de Ministros para su aprobación antes de enviarlo a Bruselas.

Con carácter previo, el miércoles 20 de febrero, el Gobierno presentó en el Ministerio para la Transición Ecológica este Plan Nacional de Energía y Clima, junto con la Ley de Cambio Climático y Transición Energética y la Estrategia de Transición Justa.

La necesidad de avanzar en la transición hacia una economía baja en carbono es indudable y este plan se presenta ambicioso y cargado de medidas diseñadas para la consecución de los objetivos nacionales acordados tras el Acuerdo de París.

La movilización de inversiones a nivel europeo necesaria para activar la transición hacia una economía hipocarbónica se estima en 180.000 millones de euros anuales. En este contexto, el Gobierno resaltó que la inversión esperada de España en la próxima década rondará los 200.000 millones de euros, de los cuales 47.000 millones corresponderán a inversión pública estatal, autonómica, local y europea. Las inversiones estarán destinadas principalmente a energías renovables, medidas de eficiencia energética, conexión de redes y electrificación para usos finales.

Además, el presidente del Gobierno también aseguró que el conjunto de medidas incluidas en el plan generarán unos 300.000 nuevos empleos en los próximos diez años, donde los principales beneficiados serán los sectores servicios, industria y construcción.

Junto con el Plan Nacional de Energía y Clima, se aprobará por fin la tan esperada Ley de Cambio Climático y Transición Energética, que además de fijar objetivos de emisiones y energía, establecerá un marco regulatorio estable y el esquema de gobernanza necesario para facilitar la implementación de las medidas propuestas.

Para lograr el objetivo de reducción de emisiones en un 20% en 2030 (con respecto a 1990), se establece el objetivo de alcanzar un 35% de renovables en el consumo de energía final y un 70% en el sistema eléctrico para 2030. Este objetivo supondrá duplicar toda la generación renovable actual. Además, teniendo en cuenta que todavía se necesitan tecnologías intermitentes para mantener la seguridad del sistema eléctrico, se trata de un objetivo ambicioso, pero que de alcanzarse tendrá un gran impacto en la reducción de emisiones.

También se establece que España debe sumirse en una renovación paulatina del parque automovilístico y conseguir que a partir de 2040 todos los nuevos turismos y vehículos comerciales sean totalmente limpios. En este caso, y con el objetivo de apoyar la consecución de esta medida, la ley debería hacer más hincapié en la preparación de nuestras carreteras frente a un transporte electrificado.

La ley también contempla medidas relacionadas con la fiscalidad ambiental, eficiencia energética en vivienda o la desaparición de centrales térmicas a corto plazo y nucleares a medio plazo.

Por último, dentro del Paquete de Energía y Clima que va a presentar el Gobierno el miércoles, también se incluye la Estrategia de Transición Justa, dónde está previsto el establecimiento de convenios de transición para todas las regiones con importante actividad económica relacionada con el carbón o la energía nuclear.

En definitiva, el paquete de medidas que presentó el pasado viernes el Gobierno para su aprobación en el Consejo de Ministros es ambicioso, está en línea con los objetivos de emisiones y energía europeos y se va a ver reforzado por un marco regulatorio estable.