Medidas ante el coronavirus del sector de las artes escénicas y de la música

La crisis provocada por el COVID-19 está teniendo un impacto muy negativo en el sector cultural.

A la cancelación de todas las actividades vinculadas a la música, arte, cine, artes escénicas, como consecuencia de la declaración del estado de alarma, se suma la incertidumbre que genera el no saber cuándo se podrán reanudar las mismas, pues, tal y como se prevé, estas actividades serán las últimas que recuperen la normalidad en la medida en que, con carácter general, se desarrollan en espacios públicos.

Ante esta realidad, muchas asociaciones y federaciones representativas de este sector han presentado diferentes medidas al Gobierno, a fin de que sean desarrolladas e implementadas a través de las distintas disposiciones que se han ido aprobando tras la declaración del estado de alarma.

La Fundación Gabeiras para el Derecho y la Cultura inauguraba la semana pasada una serie de desayunos virtuales para debatir las diferentes medidas que se han planteado por parte del sector.

El primero de ellos se centró en las medidas planteadas por las asociaciones y federaciones que representan a las empresas y trabajadores que desarrollan su actividad en el sector de las artes escénicas y musicales.

Algunas de las medidas coinciden y otras atienden a las especificidades de cada uno de los diferentes ámbitos del sector. En todo caso, todas ellas persiguen paliar las graves y duras repercusiones que, sin lugar a dudas, tendrá la emergencia sanitaria que estamos viviendo para las empresas y trabajadores de las artes escénicas y la música.

En este primer desayuno virtual, los participantes manifestaron la sorpresa y desazón con la que el sector de la cultura ha recibido las declaraciones realizadas por el Ministro de Cultura en su comparecencia del martes pasado.

Todos entienden que la salud de la población debe estar por encima de cualquier otra consideración y que, por ello, resulta razonable que la prioridad del Gobierno fuese la de adoptar medidas tendentes a resolver la urgencia sanitaria y atender las necesidades transversales que pudieran ser aplicadas a toda la población.

Sin perjuicio de lo anterior, todos coincidieron en que el establecimiento de dichas prioridades sanitarias y transversales, no ha de ser, bajo ningún concepto incompatible con la determinación de medidas específicas para el sector de la cultura, pues no hay que olvidar que éste aporta el 3% al PIB nacional, emplea a más de 700.000 personas y constituye la cuarta industria que más riqueza genera en nuestro país.

Máxime teniendo en cuenta que las medidas urgentes y extraordinarias que se han implementado hasta el momento, no resultan eficaces para el sector cultural.

Por ello, fue opinión unánime la necesidad de que el Ministerio de Cultura asuma su liderazgo en el sector de la cultura y ponga de relieve la urgencia de que se adopten medidas específicas que tengan en cuenta las singularidades de este sector y sus necesidades.

Tal y como establece el artículo 149.2 de la Constitución española, el servicio de la cultura es un deber y atribución esencial del Estado y, por tanto, su supervivencia debe ser garantizada por el Estado y, en particular, por el Ministerio de Cultura, quien tiene asumida de manera específica esta competencia.

Este Ministerio ha de poner en valor el sector cultural e impulsar y promover la adopción de las medidas solicitadas para garantizar la supervivencia de las empresas y trabajadores que lo componen.

Líneas de financiación ICO

Entrando en temas más específicos, se manifestó la importancia de que el Ministerio de Cultura garantice que las líneas de financiación ICO se están destinando de manera efectiva al ámbito de la cultura y asegure que no se exijan garantías desproporcionadas o innecesarias, que hagan inviable que los distintos agentes del sector cultural puedan acceder a estos recursos financieros, en la medida en que en este momento constituyen un instrumento básico para permitir la continuidad de la actividad del sector. Asimismo, se destacó la necesidad de que el Ministerio informe de manera puntual al sector sobre el volumen de financiación de esta línea, destinado a la cultura.

También se apeló a la necesidad de que el Ministerio de Cultura garantice la creación de un Fondo de ayudas específico a favor de las empresas y trabajadores autónomos del sector cultural, que les permita hacer frente a sus obligaciones laborales y contractuales, tal y como ha sucedido en otros países de nuestro entorno como Francia y Alemania.

Repercusiones negativas tras el levantamiento de alarma

Además de lo anterior, se puso de  manifiesto el hecho de que las repercusiones negativas que está sufriendo el sector cultural no finalizarán con el levantamiento del estado de alarma declarado por la COVID-19. Muchas de las actividades de este sector se realizan en espacios públicos y, por ello, serán las últimas en recuperar la normalidad. Ante esta innegable realidad y en aras a garantizar la seguridad jurídica, es importante que las disposiciones normativas que se aprueben establezcan que las medidas extraordinarias que se adopten a favor del sector de la cultura deberán continuar aplicándose hasta que éste se normalice. Y ello, debido a que resulta indiscutible que la situación de fuerza mayor en este sector no finalizará con el cese del estado de alarma, sino que se extenderá en tanto en cuanto sus diferentes agentes no puedan desarrollar su actividad de manera ordinaria. Así pues, es necesario que se declare que las cancelaciones, suspensiones o reprogramaciones que haya que afrontar durante el año 2020 tendrán su origen en la pandemia y, por consiguiente, en una causa de fuera mayor y, de esta manera, sea de aplicación el régimen especial en materia de ERTE´s establecido en el Real Decreto-ley 8/2020, de 17 de marzo y, asimismo, se revisen y reequilibren las condiciones de cumplimiento de los miles de contratos suscritos en el sector cultural, con inclusión de las condiciones de venta de entradas a espectáculos.

Por último, se planteó que aquellas medidas tendentes a mejorar el marco regulatorio, presentadas al Ministerio de Cultura, que no requieran de recursos públicos económicos, sean aprobadas sin mayor dilación, en la medida en que pueden servir para paliar los efectos negativos de la declaración del estado de alarma. Entre estas medidas regulatorias, se encuentran, por ejemplo, la flexibilización de los requisitos exigidos en las convocatorias de subvenciones públicas.

Fundación Gabeiras en colaboración con FAETEDA ( FEDERACIÓN ESTATAL DE ASOCIACIONES DE EMPRESAS DE TEATRO Y DANZA ) y la Asociación de Festivales de Música (FMA).