La Unión Europea liderará la lucha climática con su Pacto Verde

Durante la COP25, que se iniciaba marcada por el anuncio de que las emisiones de dióxido de carbono volverán a aumentar en 2019 (Global Carbon Project) y que finalizaba con una sensación de fracaso e impotencia por la falta de un consenso entre los países firmantes del Acuerdo de París, uno de los principales hitos acontecidos ha sido el posicionamiento de Europa como líder en la lucha contra el cambio climático con su Pacto Verde Europeo.

Europa aumenta su ambición climática para 2030 y 2050

Con este Pacto se quiere transformar Europa en una sociedad próspera y justa con una economía competitiva, que consiga ser climáticamente neutra en 2050 y donde el crecimiento económico esté desacoplado del uso masivo de recursos naturales.

Sin embargo, el acuerdo recoge la salvedad de que Polonia no se encuentra en estos momentos preparada para alcanzar dicho objetivo y en junio, una vez aprobados los nuevos presupuestos de la UE para el periodo 2021-2027, se volverá a debatir la capacidad que tiene Polonia para conseguir la neutralidad de carbono en 30 años. En este caso, Polonia, así como Hungría y República Checa, esperan que la repartición de fondos apoye considerablemente a sus economías a conseguir los nuevos objetivos.

Aunque desde 1990, Europa ha conseguido reducir un 23% sus emisiones de carbono, si seguimos en el camino actual, no conseguiremos llegar a la neutralidad de carbono en 2050. Por ello, una de las primeras medidas será incrementar el objetivo de reducción de emisiones de 2030 a 50-55%. (actualmente el objetivo está en reducir las emisiones un 40%). Para ello, en junio de 2020 se llevará a cabo un proceso de revisión de las políticas climáticas europeas existentes. Esto supondrá, entre otras, la revisión del Régimen de comercio de derechos de emisión de la Unión Europea (EU ETS por sus siglas en inglés), siendo posible la inclusión de nuevos sectores como la construcción o el transporte, el replanteamiento de las regulaciones competentes en materia de agricultura y silvicultura o la revisión de la Directiva sobre Fiscalidad Energética.

La revisión de las diferentes políticas europeas asegurará el establecimiento de un precio de carbono efectivo y justo, que refleje de forma más precisa el contenido de carbono a lo largo de las cadenas de valor de la economía. Además, teniendo en cuenta que fuera de Europa existen muchos países que no comparten la misma ambición climática, existe el riesgo de “fuga de carbono”, por lo que también se contempla la implementación de aranceles de carbono para determinados sectores.

Todo ello se verá reforzado con una nueva Ley Climática europea en marzo de 2020.

El triángulo energético: acceso a una energía limpia, segura y asequible

La producción y el consumo de energía representa más del 75% de las emisiones de la Unión Europea (UE), por lo que la descarbonización del sector energético es esencial para alcanzar los objetivos planteados. En este sentido, no sólo se convierte en necesario aumentar la capacidad renovable europea, si no que la digitalización y las interconexiones también serán cruciales para conseguir un acceso energético seguro y asequible.

Fomento de la economía circular

La CE publicará en marzo de 2020 el Plan de Acción de Economía Circular, que incluirá una política de productos sostenibles con una metodología común para el diseño circular y que se centrará en aquellos sectores más intensivos en el uso de recursos, como el de la construcción, el textil, el tecnológico o el del plástico.

Edificios y movilidad sostenible

El 40% de la energía consumida en Europa proviene de los edificios, por lo que se convierte en necesario mejorar la eficiencia de estos para conseguir los nuevos objetivos. En este sentido, la Comisión se plantea reforzar la legislación relativa al consumo energético en edificios durante el próximo año.

Por otro lado, el transporte supone un cuarto del total de las emisiones totales y para alcanzar el objetivo a 2050, necesitaríamos disminuirlas un 90%. Por ello, la CE desarrollará una estrategia de movilidad sostenible e inteligente durante 2020 que permitirá conseguir los objetivos a través del fin a los subsidios a los combustibles fósiles o la mejora del transporte de materiales y mercancías.

La importancia de nuestros ecosistemas

El cambio en los usos del suelo, la explotación directa de recursos naturales, el cambio climático y la presencia de especies invasoras son los principales motores de la pérdida de biodiversidad mundial. Debido a su importancia, se está desarrollando una nueva Estrategia de Biodiversidad para 2030.

Además, teniendo en cuenta que el crecimiento exponencial de la población mundial plantea un reto a la provisión de alimentos dentro de los patrones de producción actuales, la CE lanzará en la primavera de 2020 su estrategia “De la granja a la mesa”, que incluirá medidas para reducir el uso de pesticidas químicos, así como el uso de fertilizantes y antibióticos.

Financiando la transición

La CE estima que, para lograr los objetivos de energía y clima para 2030, se requiere una inversión adicional anual de 260.000 mil millones de euros, requiriéndose la movilización de los sectores público y privado.

En este contexto, en 2020, se publicará el Plan Europeo de Inversión Sostenible, que, entre otras medidas, establece que al menos, un 30% del Fondo InvestEU (2021-2027), contribuirá a la lucha contra el cambio climático. Su socio principal será el Banco Europeo de Inversiones (BEI), quien ha doblado su objetivo de financiación climático, estableciendo un 50% para 2025.

Adicionalmente, dentro de su Plan de Inversión Sostenible, la CE también creará un Fondo para la Transición Justa.

Dentro de este Plan, la financiación privada es clave para la transición, por lo que, en la segunda mitad del 2020, la Comisión presentará una estrategia de finanzas sostenibles renovada, que pivotará en la taxonomía elaborada dentro del marco del Plan de Acción de Finanzas Sostenibles publicado en 2018. Además, de cara a aumentar la transparencia en el reporte del sector privado, también se revisará la Directiva de Información No Financiera.