La lucha de la mujer por alcanzar la igualdad

Mañana, 8 de marzo, celebramos en más de 150 países de todo el mundo el Día Internacional de la Mujer. Es una conmemoración que arrastra 43 años de historia, desde que la ONU la instaurase para reclamar la igualdad de la mujer trabajadora en la revolución industrial, recogiendo numerosos precedentes de naciones en las que ya estaba instaurada, desde Estados Unidos a Dinamarca o Rusia. Hoy el apellido trabajadora ha desaparecido del nombre de esta jornada. Las mujeres siempre lo han sido, trabajadoras, y hoy, como siempre, luchan por que se respeten sus derechos y se reconozca su papel en la sociedad en igualdad de condiciones respecto a los hombres. En el ámbito laboral, pero también en muchos otros.

Brecha salarial, prejuicios, discriminación por razón de sexo, techo de cristal, atropello de derechos, cuidados no compartidos, violencia machista, imposición de roles, acoso sexual, crianza en femenino, infrarrepresentación institucional… La desigualdad continúa arañando cada parcela de la sociedad y definiendo el siglo XXI. Lo reflejan unas cifras descarnadas.

48 mujeres fueron asesinadas por sus parejas o exparejas, hombres, en 2017. Una mujer es violada en España cada ocho horas, según el Ministerio de Interior. Las mujeres, de las que un 67% de entre 20 y 50 años cuenta con educación superior frente a un 58% de los hombres, sufren mayor desempleo, seis puntos de diferencia en los últimos 15 años, recogen datos del Ministerio de Empleo y Seguridad Social. Aquellos procesos selectivos que son anónimos, como las oposiciones, las mujeres los culminan con mayor éxito que los hombres, según cifras también oficiales. En puestos iguales y con la misma cualificación, la mujer cobra menos que el hombre, estiman todos los estudios; un 14% menos, calcula uno de los más recientes, de Fedea. Un 10% de mujeres componen la alta dirección de las empresas del Ibex 35, según la información aportada por sus gobiernos corporativos. El 95% de las mujeres se ocupa de las tareas del hogar y crianza de los hijos, frente a un 68% de los hombres, según un estudio del INE. Ocho de cada diez mujeres valora su vida más difícil por ser mujer y cinco de cada diez cree que se la juzga por su apariencia, que se la menosprecia, se la intimida o se la ignora por ser mujer, mantiene una encuesta de Metroscopia publicada este 6 de marzo.

El feminismo, que nace a finales del siglo XVIII y bebe de una larga tradición de conquistas de las mujeres que hunde sus raíces en la Antigua Grecia, se moviliza desde hace décadas en torno a este Día Internacional de la Mujer. Hace un año, el 8 de marzo de 2017, organizó el Primer Paro Internacional de Mujeres. Con él, organizaciones de mujeres de más de 50 países trataron de poner el foco en “la violencia machista en todas sus formas y expresiones: sexual, social, cultural, política y económica”. Desde aquel día se prepara la huelga de mañana. Convocada por la plataforma 8M, que agrupa a colectivos feministas, a ella se suman sindicatos minoritarios, como CNT y CGT y, en forma de paros parciales, CCOO, UGT y USO. Es una huelga general laboral, estudiantil, de cuidados, de trabajo doméstico y de consumo que culminará con manifestaciones en muchas ciudades españolas.

La historia nos ha enseñado que la visibilidad es imprescindible en las batallas por la concienciación. La de mañana ya se ha ganado. La huelga, los motivos que secunda, ha despertado el interés de toda una sociedad, ingrediente determinante para activar la transformación que defiende.

El protagonismo lo tienen las mujeres. Ellas encabezan este movimiento, lo han hecho a lo largo de la historia. Un movimiento que requiere no sólo de la plena concienciación de ellos para alcanzar su fin, la igualdad real, también de su implicación, de su determinación y de su acción.

Feliz, y reivindicativo, Día Internacional de la Mujer.