‘Crowdlending’: desafíos y amenazas

El avance de las tecnologías de información ha ocasionado cambios trascendentales en las diferentes formas de interrelación humana, en especial en el ámbito de las comunicaciones. El uso de redes internacionales y medios electrónicos ha adquirido una especial relevancia para el intercambio de datos e información, por cuanto permiten realizar operaciones de diversa índole con facilidad, ahorro de tiempo y dinero. Tales características satisfacen las necesidades de consumo, comunicación y contratación que las empresas y usuarios necesitan, haciendo cada vez más común el uso de la red para llevar a cabo nuestras actividades del día a día.

Y es que las particularidades de esta forma de comunicación han forzado a que los distintos prestadores de aquellos servicios que en un primer momento considerábamos como tradicionales deban adaptarse a las nuevas tecnologías con la finalidad de garantizar su continuidad y competitividad en un mundo cada vez más globalizado, y por ende más competitivo.

Un ejemplo de ello lo representa el llamado online alternative finance market, del que han surgido un conjunto de mecanismos e instrumentos de financiación que se desenvuelven al margen del sistema bancario tradicional y de los mercados de capitales y que tienen como elemento catalizador a las Financial Technologies o FinTecht, es decir, a los servicios financieros que se proyectan a través de una plataforma tecnológica.

Así, el objetivo de estas cortas palabras es dar un primer acercamiento a la figura del Crowdlending o Peer to Peer Lending como uno de los mecanismos alternativos de financiación que más proyección ha tenido en los últimos años. En este sentido, en el estudio publicado en septiembre de 2016 por la Universidad de Cambridge, y otros colaboradores, titulado: Sustaining Monumentum: The 2nd European Alternative finance Industry Report se expone que el segmento del peer to peer lending ha registrado operaciones por un total de 578 millones de Euros en el 2015 en toda Europa.

¿Qué es el crowdlending?

El crowdlending es simplemente un acuerdo por el que se pacta la entrega de una cantidad de dinero a una empresa o a una persona física para el desarrollo de un proyecto en concreto, con la idea de que esta última la restituya a razón de un esquema de cuotas e intereses previamente pactados. Por lo que, desde un punto de vista global, la diferencia principal entre crowlending y un préstamo tradicional radica principalmente en las partes involucradas.

En el crowlending, a diferencia que en un préstamo tradicional, en el que simplemente tenemos al prestamista y el prestatario, se involucran desde un primer momento a tres partes. En primer lugar podemos encontrar a aquella empresa o particular autónomo que está en búsqueda de una liquidez inmediata a efectos de desarrollar un proyecto en concreto. En segundo lugar tenemos al promotor, entendido como aquel inversor que está buscando rentabilizar su dinero mediante mecanismos alternos al privet equity o a los hedge funds, y que le generen un tipo de interés anual. Y, en último lugar, tenemos al elemento distintivo del esquema que vienen a ser (en los términos expuestos por la Ley 5/2015 de 27 de abril, de fomento de la financiación empresarial) las llamadas Plataformas de Financiación Participativas, entendiendo a estas como las empresas autorizadas cuya actividad consiste en poner en contacto, de manera profesional y a través de páginas web u otros medios electrónicos, a los promotores con los inversores, cobrando por ello una comisión.

Así, la función de estas llamadas Plataformas de Financiación Participativa es fundamental, en tanto que de ella dependerá en gran parte el éxito del modelo, porque su actividad va más allá que un servicio de comunicación entre el promotor y el inversor, ya que será esta la que efectuará la selección y la calificación de la capacidad crediticia del promotor del proyecto, teniendo un gran interés en mantener un bajo porcentaje de impagos de cara a atraer cada vez más inversores a su plataforma. De hecho, dentro de los servicios reconocidos a estas Plataformas por la propia Ley 5/2015, se encuentra el de analizar los proyectos objeto de financiación, su determinación del nivel de riesgo, y en definitiva, colaborar en las posibles reclamaciones judiciales o extrajudiciales de los derechos de crédito de los inversores.

Pros y contras de participar en una plataforma de crowlending

Del estudio de las distintas plataformas que se han puesto en funcionamiento tanto en España como en el resto de Europa, podemos destacar como puntos positivos de este mecanismo alternativo de financiación     el hecho de que a través del crowlending se pone a disposición de las pymes y autónomos un instrumento de financiación mucho más dinámico y eficaz para el desarrollo de sus proyectos, fomentándose así una mayor competitividad dentro de un mercando dominado por grandes oligopolios.

A su vez, desde la perspectiva del inversor, el crowlending es un medio para la obtención de altas rentabilidades, con la posibilidad de participar en distintas plataformas, diversificando así los riesgos. De hecho, la propia Ley 5/2015, en su artículo 8, establece dentro de las medidas para proteger a los inversores no acreditados la prohibición de que estos se comprometan a invertir más de 3.000 euros en un mismo proyecto, ni más de 10.000 euros en proyectos de la misma plataforma durante un año.

No obstante, el gran reto que en los próximos años tienen que afrontar este tipo de plataformas es precisamente mitigar la falta de confianza en los inversores. Falta de confianza que es motivada por circunstancias tales como:

_el hecho de que si bien las plataformas de financiación han de ser autorizadas por el regulador, lo cierto es que en España el proyecto a financiar no es objeto de supervisión por parte de la CNMV, ni por el Banco de España

_el capital invertido no está garantizado, ni por el fondo de garantía de inversiones, ni por el de depósitos

_la legislación prohíbe que se otorguen garantías hipotecarias para asegurar el pago del préstamo

Es por ello que insistimos en que el éxito de estas iniciativas pasa primordialmente por que las Plataformas de Financiación Participativa cumplan con su verdadero rol de intermediador imparcial velando por los intereses tanto del promotor como del inversor, y evitar en la medida de lo posible incurrir en conflictos de intereses, pues en definitiva el riesgo reputacional será el elemento clave en esta nueva forma de financiación.