Carta abierta a la ministra de Trabajo, Fátima Báñez

Excelentísima ministra Báñez,

En el despacho Gabeiras & Asociados implementamos el horario europeo hace mucho.

No sólo la hora oficial de salida es las seis de la tarde, sino que además disfrutamos de seis semanas de vacaciones al año y un puente de cada dos y contamos con seguro médico para toda una plantilla formada por más de 25 almas. Nos adelantamos hace tiempo a su propuesta.

Puedo afirmar que establecer estas condiciones laborales no sólo es posible, sino que además es rentable. Se potencia un buen ambiente de trabajo y se incrementa la responsabilidad individual. El que debe quedarse algún día más tiempo, lo hace sin que suponga un problema (entonces sufre lo que en broma llamamos «la jornada euroasiática»), pero con la confianza de que nadie le mirará con recelo cuando recoja su petate a las seis de la tarde.

No se incentivan, ni se promueven, las jornadas interminables o el trabajo durante el fin de semana. Nuestro equipo está formado por maravillosos profesionales que, para serlo, necesitan disfrutar de su tiempo libre, de sus aficiones y de sus familias, en cualquiera de las formas que esta adopte, numerosas, monoparentales, sin hijos… En este sentido y hasta la fecha, la conciliación horaria se ha vinculado a las familias y a los hijos, pero la conciliación laboral la necesita cualquier ser humano. Cierto es que cuanto más joven y libre eres, más posibilidades tendrás de sacrificar tu tiempo libre en beneficio de tu tiempo laboral, y que, por el contrario, cuántas más cargas familiares tengas, más necesidad tendrás de conciliar, puesto que el tiempo que sacrificas ya no es tuyo, sino que es el de tus hijos o padres a los que cuidas.

A Gabeiras & Asociados, como a cualquier otra empresa, le debe de dar igual la opción familiar y vital escogida, y las circunstancias concretas que rodean a esa opción. Lo importante y donde hay que poner el foco es en garantizar estructuras de trabajo y de tiempo libre que resulten saludables y productivas para cualquier persona.

Para poder implementar esta jornada decidimos eliminar dos usos establecidos en los despachos tradicionales y que nos resultaban tremendamente masculinos: las dos horas previstas al mediodía para unos almuerzos interminables dignos de las épocas de ‘copa y puro’ y la costumbre de fijar, por sistema, reuniones a partir de las seis de la tarde.

Con este entorno laboral, somos todos mucho más felices y creo que también mucho más productivos que otros bufetes.

Por todo ello, le animamos desde aquí y sin reservas en esta empresa, que deseamos por el bien de nuestras sociedad, tan maltratada socialmente, acometa con todo el éxito del mundo.

Patricia Gabeiras, Doctora en Derecho de la Cultura

P.S. Este incremento en la productividad contribuirá también al mantenimiento de la hucha de las pensiones, ¡qué la está dejando tiritando!